El sexo es sano. Un coito apasionado activa el riego sanguíneo con efecto reparador. Aleja los miedos y la inundación hormonal actúa como relajante corporal.
Entre los muchos motivos que justificarían el beneficio para la salud, están las reacciones químicas que se producen y afectan directamente sobre nuestro bienestar físico y mental. El buen apetito sexual provoca una superproducción de hormonas sexuales (estrógenos en la mujer y testosterona en el hombre) y de adrenalina (hormona que prepara al individuo para el acto sexual), al tiempo que multiplica el índice de oxitocina, hormona que estimula la contracción de las fibras musculares el útero y produce un sentimiento de seguridad y unión en la pareja. Y endorfinas, sustancias responsables de la sensación de placer y satisfacción.
Estos componentes, además de ser necesarios para provocar una reacción positiva en la sexualidad del individuo, también afecta a su estado de ánimo. El nivel máximo de liberación de endorfinas corresponde al orgasmo, que es cuando todas las células nerviosas del cerebro descargan su contenido eléctrico, y provocan tal relajamiento físico del cuerpo que el organismo aprovecha el momento para hacer desaparecer las tensiones acumuladas a lo largo del día.
Sin embargo, la sexualidad no sólo mejora la calidad de vida gracias a los elementos químicos liberados durante el coito, sino que también obliga a los órganos a mantenerse activos.
BENEFICIOS PARA EL CUERPO
Previene el infarto.
Es bueno para el corazón. El orgasmo de una persona va acompañado de una disminución de las plaquetas (células responsables de la coagulación sanguínea), tras el coito se reduce la densidad de la sangre, fluyendo mejor por venas, arterias y corazón. Las endorfinas relajan las paredes de las venas, facilita el paso de la sangre y evita el desgaste del corazón.
Adelgaza.
Aún con poco movimiento, se queman de 100 a 150 calorías, como caminar 20 minutos. Si se trata de una relación más apasionada, se pueden llegar a quemar hasta 560 calorías, como una hora y media de bicicleta. Para las mujeres, además de adelgazar, la activación de la circulación sanguínea actúa en positivo contra la celulitis.
Aumenta la musculatura.
La testosterona es un esteroide anabólico, es decir, acelera la síntesis de proteínas y frena su descomposición. Por eso la generación de esta hormona durante el acto sexual ayuda a aumentar la musculatura del individuo.
La piel.
Es antiarrugas. Tersa la piel como la mejor crema. Hacer el amor elimina las probabilidades de sufrir dermatitis, erupciones y manchas cutáneas, pues la transpiración limpia los poros y sanea la piel.
Rejuvenece.
Cuando las hormonas sexuales se activan, las glándulas sudoríparas segregan agua y aceite, que ayuda a mantener la piel hidratada y protegida. Además, la mujer, al liberar estrógenos, consigue que su piel este más suave y su pelo más brillante.
Boca bonita.
Por otra parte, el contacto sexual frecuente hace que los labios mejoren su color, su forma y su apariencia.
Combate la arteriosclerosis.
Esta dolencia, producida por un cúmulo inusual de grasas en las paredes de los vasos sanguíneos, se produce por una mala circulación y en casos extremos puede derivar en un infarto. Algunos médicos han estudiado el caso de mujeres cuya circulación sanguínea presentaba oscilaciones –a días más lenta, a días más rápida- y se ha demostrado que en los días que fluía con más rapidez se debía a que la noche anterior había mantenido relaciones sexuales.
Aumento de defensas.
Mejor defendidos. La descarga hormonal que se produce durante el coito aumentan las células que combaten virus y bacterias. Son, además, las que detectan e impiden a tiempo, la proliferación de células capaces de producir cáncer.
Antigripal.
Antiresfriados. La inmunoglobina A (sustancia que cubre el interior de ojos, nariz, boca e intestinos) es la principal arma química del cuerpo contra las gripes y resfriados. Esta sustancia es mucho más abundante en quienes practican sexo dos o tres veces por semana, ya que al estar expuestos a infecciones –por el intercambio de fluidos-, el cuerpo se defiende produciendo una mayor cantidad.
Adiós a la osteoporosis.
Huesos duros. El sexo aumenta los niveles de testosterona, responsable de fortalecer huesos y músculos. La hormona DHA, que se libera antes de llegar al orgasmo, mejora las defensas e inhibe el crecimiento de tumores.
Más oxigeno.
El sexo incrementa la fuente de oxigeno de las células. Las fortifica. Las nutre y las limpia activando todo los órganos del cuerpo.
Dientes sanos.
Besar estimula la saliva y ayuda a eliminar las partículas de comida que quedan entre los dientes. También provoca una inmediata disminución del nivel acido que causa la caries y la placa dental.
El dolor de cabeza no es excusa.
Alivia el dolor de cabeza. Las endorfinas son los analgésicos naturales del organismo. De ahí sus efectos calmantes del dolor de cabeza, cervicales y la artritis.
Bueno para la próstata.
La actividad sexual elimina las secreciones dañinas de la glándula prostática.
BENEFICIOS PARA LA MENTE
Aleja la depresión.
La endorfina liberada por la sensación de bienestar afecta directamente a la salud mental. La depresión viene producida por la creencia de niveles de serotonina y dopamina (sustancias que provocan la comunicación entre las neuronas y que están relacionadas con el humor). Ambas sustancias se multiplican durante el sexo.
Recarga la memoria.
Durante el orgasmo se produce una perdida de conciencia de entre 20 y 104 segundos (petite morte). Un espacio de tiempo sumamente valioso para que la cabeza descanse y recargue su capacidad memorística.
Favorece la cognición. El DHA (la hormona deshidroepiandrosterona) incrementa su presencia en el cuerpo humano durante la eyaculación. Mejorando el sistema inmunológico, manteniendo la piel sana y actuando como antidepresivo. Además de beneficiar la capacidad cognitiva del individuo.
Predispone al trabajo.
Las mujeres que mantienen una actividad sexual intensa cuentan con una mejor disposición para trabajar. Y parece que ocupan cargos laborales de mayor responsabilidad que sus compañeras con menos relaciones…. Da seguridad en una misma….
Sentimiento protector.
Las caricias de corte sexual incentivan la producción de oxitocina. Esta hormona promueve sentimientos de afecto y estimula el deseo de proteger a otra persona. La oxitocina también se utiliza en pacientes que padecen depresion.
Ayuda a dormir.
El sexo antes de dormir puede llegar a ser el más efectivo de los Valiums (diazepam). Reduce el insomnio. Los cambios bioquímicos que ocurren durante el acto sexual provocan lasitud y sueño.
Antiestresante natural.
El acto sexual combate el estrés. Relaja todo lo que está contraído. Esta lasitud muscular ayuda, incluso, a reducir el dolor de cabeza, que se produce por la constricción de los vasos sanguíneos en el cerebro.
Alarga la vida.
El contacto humano beneficia la salud. Las relaciones afectivas física pueden aumentar la esperanza de vida.
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